Piazzale Michelangelo de Florencia

La Piazzale Michelangelo, en el barrio florentino de Oltrarno, fue diseñada en 1869 por el arquitecto Guiseppe Poggi, por encargo del Ayuntamiento, y construida como un mirador con una vista panorámica del Valle del Arno y de toda la ciudad de Florencia. Desde la plaza Michelangelo puedes ver los principales puntos de la ciudad: el Ponte Vecchio, el Forte di Belvedere, el Palazzo Vecchio, el Duomo, la Bilblioteca Nazionale Centrale…
 
Esta plaza está dedicada al artista renacentista Miguel Ángel y hay allí copias de algunas de sus obras más conocidas realizadas en esta ciudad: el David y las tumbas de los Medici de la Capilla de San Lorenzo (las esculturas de El Día, La Noche, El Amanecer y El Crepúsculo), hechos en bronce.
 
No es raro que, con estas vistas inmejorables, el paisaje que se observa desde aquí halla sido retratado en muchas películas, postales o revistas de viaje. Si estás en Florencia, no pierdas la oportunidad de subir y sacar unas cuantas fotos desde este lugar. Lo más recomendado si se quiere fotografiar la ciudad, es acudir al medio día, ya que al atardecer se quedará el sol a contraluz, lo que dificultará el poder sacar las fotos. No obstante desde la Piazzale Mighelangelo, se podrá divisar uno de los más bellos atardeceres sobre Florencia, es un espectáculo único que merece la pena contemplar.
 
También de noche podemos ver una bonita estampa de la ciudad, ya que los edificios más emblemáticos de Florencia resaltarán iluminados bajo el cielo estrellado, lo que nos permitirá si tenemos trípode, el poder hacer algunas fotos muy espectaculares.
 
Si visitamos la Piazzale Michelangelo, podremos aprovechar y ascender un poco más, ya que  a pocos minutos a pie nos encontrarnos muy cerca de allí la basílica de San Miniato.
 

Cómo llegar a la Piazzale Michelangelo

Aunque se puede subir caminando desde la orilla sur del río Arno (hay diferentes caminos que están bien indicados), lo más cómodo es utilizar las líneas de autobús 22 y 23 que dejan en la misma plaza.
 
Una buena opción es subir en autobús y bajar caminando, en poco más de 15 minutos llegaréis al Ponte Vecchio.